Tras los excesos del verano, el desorden en cuanto a horarios y a alimentos en estos meses estivales y de vacaciones, toca ponerse a tono para volver a recuperar el equilibrio intestinal y por tanto de todo nuestro organismo.
La salud es un trabajo conjunto de tu organismo, estando en equilibrio con tus pensamientos y emocionantes. Alcanzar ese nirvana de salud es una utopía, siempre hay circunstancias externas o internas a nosotros que nos desequilibran ligeramente en el día a día, pero cuidándote y eligiendo bien tu dieta sí puedes mejorar notablemente tu estado de salud.
Vivimos en un entorno rico en bacterias, y a pesar de su negativa connotación, muchas de éstas son positivas e incluso necesarias para nuestro correcto cumplimiento de las funciones fisiológicas. Por tanto, sin bacterias enfermamos.
¿Cómo recuperar la flora intestinal de forma saludable y efectiva?
Ingerir alimentos fermentados es un primer paso para recuperar tu función normal del intestino tras algún tiempo de desórdenes. Los alimentos fermentados son los más nutritivos y digeribles, ya que las bacterias hacen parte de la digestión por nosotros.
La fermentación aumenta la presencia de importantes vitaminas, como algunas del grupo B y la vitamina K2, esta última muy difícil de encontrar en alimentos no fermentados.
Los alimentos fermentados promueven la modulación de tu sistema inmunitario, ya que el 70% de las defensas del organismo se encuentran precisamente en el intestino. Si quieres consumir alimentos fermentados, opta por los vegetales, por su elevado aporte nutricional ya en estado natural, que se potencia tras la fermentación.
Ejemplos de estos son el saurkraut o el chukrut, que se obtiene fermentando el repollo o col blanca. Además son un buen ejemplo los encurtidos de vegales y hortalizas (pepinillos, cebolletas, aceitunas, zanahorias…).
También los cereales y las legumbres te ayudarán a restaurar tu flora intestinal, ya que fermentados mejoran notablemente sus propiedades. Dentro de este grupo, debemos destacar la soja, que suele ser un alimento ciertamente problemático en su forma natural pero muy beneficioso en su versión fermentada.
Y por último, los alimentos fermentados por excelencia son los lácteos: los lácteos fermentados contienen menos lactosa, facilitan la absorción de los nutrientes y aportan beneficiosas. Recuerda incluir en tu dieta el yogur, o el kéfir con mayor diversidad bacteriana y mayor número de nutrientes como el calcio o el magnesio.
Debemos perder el pánico a las bacterias
La obsesión por eliminar las bacterias de todos los alimentos nos está ocasionando un enorme daño a nuestro tracto digestivo.
Al oír hablar de bacterias, pensamos que se refieren siempre a algo que puede perjudicar nuestra salud, pero debemos ser conscientes que hay bacterias que son muy necesarias en nuestro organismo, porque cuidan de nuestra mayor protección de salud, nuestro intestino.
La fibra, un imprescindible diario
Para que el equilibrio no se destruya, es muy importante consumir una cantidad diaria de unos 30 gramos de fibra. Normalmente los problemas digestivos comienzan con un desajuste por exceso de grasas, salsas o fritos.
O también puede ocurrir que una medicación fuerte como un antibiótico o un antiinflamatorio te deje sin defensas en tus intestinos, matando todo tipo de bacterias que trabajan por tu correcto funcionamiento.
Mantén durante unos días estos consejos y verás como en poco tiempo te vuelves a encontrar en perfectas condiciones.